Quienes tenemos roles como educadores o referentes en algunos ámbitos, muchas veces vemos cosas y no le damos la importancia que merecen.
También olvidamos que lo que uno hace siempre está siendo observado por otros, y esto no necesariamente tiene que ver con ser referente o educador sino que tiene que ver con vivir en sociedad.
Un amigo Scout me pasó una frases a modo de reflexión y me tomé el atrevimiento, previo solicitud de autorización, de publicarlas en mi Blog. Gracias Gonza!!.
Los invito a reflexionarlas y a su vez trasladarlas a sus ámbitod de vida, poniendo aquellas frases que nos dijeron o que dijimos en nuestro ambiente de trabajo, diversión o entre amigos. Seguramente nos daremos cuenta que las palabras que hemos dicho han sido como puñales, que con amor o no, son heridas que hemos marcado en nuestro prójimo.
No sería momento de pensar antes de hablar y sobre todo tener la humildad de pedir disculpas??.
Frases que no te matan pero...
"No te van a querer ni los perros", era la frase que la Educadora Scout siempre usaba para retar a sus lobatos cuando se portaban mal. Primero, venía pararse firme delante de ella y después, como de remate, esta frase punzante, aguda. Seguramente, si le preguntan, ella los educó con amor. Y en nombre del amor, dijo frases como éstas...
"¿Quién quiere repetir?", preguntó Carlos en el campamento de fin de año. Estaban todos los Pioneros reunidos alrededor de la mesa. "¿Quién quiere repetir?", insistió. "Vos no, le dijo a uno de los caminantes, estás muy gordo", fue la frase que disparó delante de todos sus compañeros. El se puso rojo de vergüenza, un nudo enorme le cerró la garganta y no comió más. Se levantó despacio y la soledad de su un lugar alejado del resto fue el mejor refugio hasta la madrugada del día siguiente. El Educador se preguntó siempre que fue lo que había hecho mal.
“Vamos, no seas mariquita", le dijo su Educador cuando él –que en ese momento tenía 13 años – pidió una toalla al salir de la pileta porque tenía frío. Y todos sus compañeros de unidad empezaron a reírse. "Mariquita, mariquita", le gritaron. Y el educador, lejos de hacerlos callar, los alentó. Nunca más volvió a nadar. (Y nunca, en 34 años de vida, apoyó sus labios en los labios de una mujer.)
"Sos un elefante dentro de un bazar haciendo proyectos", le dijo su Educador Rover el primer día que presentó a una Asamblea de su Comunidad. Venía de un excelente paso por Rama Scout y Pioneros. Para hacer honor a la verdad, era una joven promesa. Ese año, se fue del Movimiento Scout. Volvió a al Movimiento 28 años después, cuando –terapia mediante – descubrió cuánto la había inmovilizado esa frase.
La Quebrada de los Cuervos fue el lugar elegido para el campamento de ese año. Caminata por el lugar, todos los Pioneros en hilera para no resbalarse. Ella, la más activa de su equipo iba delante; su compañero detrás. "Tu c.... me tapa todo el sol", fue la frase que eligió él para hacer un chiste. Y no entendió por qué esa noche ella se encerró en su carpa a llorar.Son frases que no te matan, pero te marcan para toda la vida.
Frases asesinas. No importa cuántas horas de terapia le dediques a deshacerlas, ellas están ahí... rondando, para reaparecer sin previo aviso. Son frases que, cuando las contás, te parece que estás exagerando, que no pudieron ser así, que quizá las recordás mal. Entonces descubrís la crudeza de esas palabras.
Lo bueno es que un día, porque ese día –créanme– finalmente llega, te sacas uno por uno todos los puñales que te clavaron en el cuerpo y en el alma, te haces un sana, sana, colita de rana y descubrís que no fueron dichas con odio, que los responsables de escupirnos tamañas frases son seres que cargan, a su vez, con otras frases.
Y entonces llega el perdón. Y perdonamos.
Más adelante –bastante más adelante – viene la compasión. Es ahí cuando volvemos a sentirnos felices, con ganas de caminar sobre la Quebrada más allá del tamaño de nuestro trasero, de nadar y gritar: "Tengo frío, traeme una toalla", de hacer una lista con toda la gente que te quiere. Porque no solamente te quieren los perros...
Tratemos de pensar antes de hablar... ya que las PALABRAS QUE DUELEN tardan muchos años en salir del corazón del otro y hasta a veces no salen...
No perdamos tiempo con los que queremos, porque perdonar lleva mucho tiempo...
PENSEMOS ANTES DE HABLAR... TRATEMOS DE NO HERIR EL CORAZON DE LOS QUE MAS AMAMOS.. ."PALABRAS DE AMOR, ALEGRAN EL CORAZÓN".
